¿Qué cambios y novedades existen por los profesionales autónomos?

Este 2021 ha arrancado con importantes cambios y novedades por los profesionales autónomos en materia fiscal, en cotización y jubilación, que no pueden pasarse por alto; por tanto, entre otras cosas, marcarán la contabilidad de sus empresas durante todo el año. Además, en la gran mayoría de los casos estas modificaciones suelen ir asociadas a tener que pagar más. Y es una dinámica que se repite año tras año, incluso en plena pandemia de la Covid-19. Cambios relacionados con cotización e incremento de cuotas Desde enero de 2021 se incrementa la cotización por cese de actividad y contingencias profesionales en un 0,3%. A efectos prácticos, esto implica pagar entre 3 y 12 euros más cada mes, en función de la base de cotización escogida.
A esto hay que sumarle que la subida, prevista para 2020, no se aplicó a tiempo. En las cuotas de octubre y noviembre de 2020, la Seguridad Social cobró a todos los autónomos un cargo extra por compensar la subida de cotización que la propia Administración no había realizado a tiempo en enero de ese año. Así pues, los autónomos comienzan 2021 con una subida en su cuota y una deuda pendiente de 2020 de entre 22 y 98 euros (según coticen por la base mínima o máxima) que no saben muy bien cuándo tendrán que pagarla. De momento, todavía no hay información clara, lo único que se ha asegurado desde el Ministerio de Seguridad Social es que no será necesario pagar la deuda de una sola vez. Lo más seguro es que el importe total se fraccione en varias pequeñas cuotas que se cobrarán en distintos meses a lo largo de este 2021. Además, también cabe señalar que están negociando la posibilidad de establecer un sistema de cotización para los autónomos basado en ingresos reales. Aunque todavía no ha habido muchos avances en este tema, se cree que podría llegar a implantarse este año. Ampliación de la edad de jubilación a 66 años Este año también llega con cambios en cuanto al acceso a la jubilación y la cuantía de la prestación que cobrarán los autónomos que pongan fin a su vida laboral. Desde enero, la edad de jubilación para trabajadores por cuenta propia y asalariados es de 66 años, a menos que hayan cumplido los 65 años y tengan 37 años y 3 o más meses cotizados. Además, para calcular la pensión, a partir de ahora se tendrán en cuenta los últimos 24 años cotizados para calcular la base reguladora, en lugar de los 23 que se revisaban hasta finales de 2020. Sin embargo, en el caso de los autónomos jubilados, tenemos buenas noticias porque los presupuestos generales del Estado (PGE) establecen la revalorización de las pensiones en base al IPC. En consecuencia, las pensiones subirán un 0,9% respecto a lo cobrado el año pasado. La subida media es algo menos de 7 euros al mes, lo que implica cobrar unos 81 euros más al año. La habitual subida de impuestos de cada año Las subidas de impuestos también son habituales cuando comienza un nuevo ejercicio fiscal. En este caso, se ha aumentado el tipo impositivo del IRPF en un 2% para las rentas más altas. También, suben los impuestos aplicables a las primas de los seguros, lo que afecta directamente a los autónomos, que suelen tener contratadas varias pólizas como la de seguro de vehículos, de salud o las pólizas de responsabilidad civil (RC).

Por otro lado, para adaptar la normativa española a las pretensiones de la Unión Europea de luchar contra el cambio climático, a partir de julio se aplicará un nuevo impuesto a empresas y profesionales que recurran a los plásticos desechables. Se cree que será un gravamen indirecto que afectará a la fabricación, importación o adquisiciones intracomunitarias. Medidas para luchar contra el fraude fiscal Pero, afortunadamente, no todas las novedades fiscales implican pagar más. Actualmente, está en redacción un proyecto de ley de medidas para luchar contra el fraude fiscal, y dentro de él es posible que se reduzcan los recargos que se aplican, cuando los contribuyentes se retrasan a la hora de presentar sus autoliquidaciones de IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades. La idea es que el recargo no se aplique de repente, sino aplicar primero un recargo de un 1% y después ir subiéndolo mes a mes si el contribuyente sigue sin cumplir con su obligación. Con el objetivo de luchar contra el fraude fiscal, otra de las medidas que se prevé en el proyecto de ley es limitar aún más los pagos en efectivo por operaciones entre profesionales y empresarios, pasando a ser de 1.000 euros la cantidad máxima que se puede pagar en efectivo. Sin embargo, no sufrirá cambios la cantidad máxima de pago en efectivo entre particulares y profesionales o empresarios, que seguirá siendo de 2.500 euros. Sin duda este año ha comenzado con importantes novedades en cotización, impuestos y en aspectos relacionados con la jubilación que afectan de lleno a los autónomos. En CSA queremos informarte, para que estés al día de tus obligaciones. Además, ponemos a tu alcance los seguros más completos para los profesionales por cuenta propia, para que estés cubierto ante cualquier percance.