Consejos para proteger a tu empresa de ciberataques
Durante el 2020 los ciberataques en las empresas no han parado de crecer. Como sabemos desde el inicio de la pandemia, el uso de herramientas digitales, tanto para relacionarnos como para teletrabajar, se ha multiplicado. Y esto, lógicamente, ha provocado un incremento de ciberriesgos como los ataques de phishing, los archivos maliciosos enviados a través de correos electrónicos, y el ransomware. Además, los navegadores, los routers domésticos y los dispositivos personales empleados en el trabajo en remoto se han convertido en los objetivos de ataque predilectos de los ciberdelincuentes. Ahora bien, una vez se ha producido el ataque, es momento de solucionarlo, lo antes posible y asumir responsabilidades. ¿Crees que tu empresa está lista para afrontar una situación así? Te indicamos qué debes tener en cuenta para proteger tu negocio de posibles ataques informáticos: Invertir en prevención Sin duda, todo lo conectado, es susceptible de sufrir un ciberataque. Tal y como señala el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE): «cualquier organización, sea pequeña, mediana o grande, con una dependencia tecnológica elevada o reducida, debe estar preparada para hacer frente a un incidente de seguridad». Pero como resulta imposible crear una red completamente inaccesible y un entorno de trabajo digital 100% seguro, es importante que llevemos a cabo toda una serie de acciones de prevención, enfocadas a construir un entorno donde los hackers lo tengan complicado para acceder a él. . Algunas de las medidas para conseguirlo son: Establecer políticas sobre el uso de los dispositivos en la oficina y en movilidad, incluyendo el acceso remoto a equipos o servidores. Habilitar un sistema de acceso a la información limitado, en el que cada trabajador cuente con los permisos para consultar y disponer de la información necesaria y mediante el que se puedan rastrear accesos y modificaciones. Asegurar el uso de contraseñas robustas e individuales, que se cambien con frecuencia y no se comparten ni reutilicen. El acceso a servicios críticos debe estar protegido por sistemas más robustos de doble autenticación. Implementar procesos de formación y educación para que todos los empleados sean conscientes de los ciberriesgos, fomentando que cualquier actividad online que se salga de la rutina o sea arriesgada (como el envío de información confidencial) sea autorizada por el responsable de ciberseguridad. Cabe recordar que cualquier empleado puede ser víctima de un ciberataque. Esto se debe a que los ataques no sólo se dirigen a altos ejecutivos, sino que buscan conseguir el acceso a los sistemas desde cualquier usuario, utilizando como medio nuevos canales digitales (dispositivos móviles, cloud computing, redes sociales, etc.). ). Extender el uso de acuerdos de confidencialidad que vayan más allá de la finalización del contrato de trabajo. Poner en marcha políticas de uso y acceso a la información, así como medidas para su protección. Además, deben definirse una serie de buenas prácticas para gestionar la fuga de información. Llevar a cabo copias de seguridad con frecuencia, así como test para comprobar que todo está correctamente almacenado y es posible recuperarlo. Así, en caso de incidente, la recuperación puede ser más rápida. Mantener los equipos actualizados, incluyendo software y antivirus.
Un programa desactualizado se convierte en más vulnerable. Aparte de estas medidas, también es importante establecer una política de seguridad específica para los ciclos de vida de los datos, desarrollar políticas para la destrucción del papel y desplegar sistemas de control de acceso físico. Si hemos sufrido un incidente y una vez solucionado, ¿qué debemos hacer? Es importante aplicar los cambios adecuados a la estrategia de ciberseguridad para evitar que vuelva a ocurrir. También, es necesario actualizar el plan de respuesta a incidentes para reflejar los nuevos procedimientos y todo aquello a tener en cuenta en el futuro. Protección desde el sector asegurador Desde el sector del seguro son conscientes de la gravedad de estos riesgos. Por eso, han tomado cartas en el asunto y disponen de productos específicos para proteger a las empresas ante ellos. Actualmente, en el mercado existen seguros diseñados para proteger cualquier negocio frente a estos ataques, que habitualmente ofrecen las siguientes garantías: Responsabilidad civil frente a terceros perjudicados.
Compensación de los gastos que se produzcan durante la gestión del incidente.
Cobertura de las pérdidas de la interrupción de la actividad después de un fallo de seguridad.
Cobertura de los gastos de asesoramiento legal frente a posibles procedimientos administrativos abiertos después del incidente. Además, los ciberseguros suelen garantizar el acompañamiento de expertos durante la gestión de la crisis y suelen incluir servicios adicionales como la reparación de sistemas, la recuperación de datos o la eliminación de malware. En definitiva, en el mundo hiperconectado en el que vivimos, todos podemos llegar a sufrir un percance de estas características. Por tanto, si quieres minimizar sus consecuencias y que tu negocio vuelva a funcionar lo antes posible, no dudes en contratar un seguro de ciberriesgos. Si tienes dudas, nuestros corredores podrán asesorarte e indicarte qué póliza es la más adecuada para tu negocio. Contacta con nosotros!